Comité Eureka

En este espacio se publican los artículos semanales de Rosario Ibarra de Piedra, del Comité Eureka. Se obtienen del diario mexicano El Universal (todos los martes en la Primera Sección). Entre a la página www.eureka.org.mx para conocer la historia del Comité Eureka y los nombres de los desaparecidos por los gobiernos de México.

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Nombre: Comité Eureka
Ubicación: Mexico

martes, abril 18, 2006

Un rostro perverso

Se me alborotaron los recuerdos; un sorbo de amargura me cayó al alma. Leía una nota sobre el golpe militar que hace 30 años sufrió el pueblo de Argentina y pensé en las amigas -casi hermanas- Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. Pensé en su dolor, tan parecido al nuestro y al de tantas mujeres de esta América que deseamos "nuestra" y que los malos gobiernos, llámense dictaduras militares o "gobiernos constitucionales", nos han arrebatado, así como nos arrebataron a nuestros seres queridos, a nuestros hijos, esposos, hermanos, padres, compañeros todos... La nota se refería al gobierno del presidente Kirchner y decía que "es un ejemplo a los gobiernos de que se puede construir la democracia con verdad y con justicia, no con olvido y perdón a crímenes aberrantes".

Pensé entonces en las Madres y las Abuelas, que dejaron las huellas de sus pasos en esa ya famosa Plaza de Mayo, llevando sobre sus cabezas la dignidad entera del pueblo argentino en sus pañuelos blancos, que eran el símbolo de los pañales de sus hijos, que se atrevieron a luchar contra los aviesos designios de los usurpadores de la soberanía de un pueblo.

Casi todo el mapa de esta "nuestra América", como la llamaba amorosamente el apóstol cubano, sufrió los embates siniestros de los malos gobiernos. Los ejércitos de todos los países se ensuciaron, se mancharon, como el nuestro, el mexicano, al permitir que los llamados "comandantes supremos de las Fuerzas Armadas", los presidentes de este país, les dieran órdenes contrarias a la Constitución y al Código de Justicia Militar, órdenes que no estaban obligados a obedecer.

Recordé todo lo que hemos vivido en esta América, desde el río Bravo hasta la Patagonia, casi todos los pueblos de esta dolorida tierra... y me estrujó el alma el recuerdo de la doble fachada del gobierno mexicano, cuando leí en la misma nota a la que me he referido, lo expresado por el embajador de Argentina en México, señor Jorge Yoma: "México es un ejemplo de lo que significa dar asilo a los perseguidos políticos de todo el mundo". ¡Ay!

Duele el engaño, porque fuera de la honrosa excepción del general Lázaro Cárdenas, todos los demás ex presidentes han sido, cada uno de ellos, algo así como un moderno retrato de Dorian Gray, de inaudita belleza hacia fuera y mostrando su rostro perverso, purulento de maldad hacia su pueblo, díganlo si no, los campos militares y las bases navales a cuyas celdas clandestinas, y por ende ilegales, iban a parar los cuerpos maltrechos de nuestros desaparecidos, después de haber sido torturados por grupos policiacos y militares anticonstitucionales, como la terrible Dirección Federal de Seguridad y la Brigada Blanca, que nada tenían que "envidiar" a los métodos utilizados por la Triple A, la DINA, los kaibiles y todos los demás cuerpos criminales que asolaron a nuestra tierra y sembraron el terror en ella...

El ejemplo más siniestro fue el de Luis Echeverría, que con sus hipócritas actitudes engañaba a los pueblos de todo el mundo. ¿Cómo imaginar que quien asilaba a chilenos, argentinos, uruguayos y demás habitantes de los doloridos pueblos del llamado cono sur y de Centroamérica, sería a su vez un criminal de la misma talla que los dictadores de aquellos confines? En mis dolorosas remembranzas, llegué al día en que tanto soñamos las mexicanas agrupadas en el Comité pro defensa de presos, perseguidos, desaparecidos y exiliados políticos de México. Nos invitaron desde Venezuela a formar un organismo latinoamericano de lucha por los 90 mil desaparecidos de nuestra parte del continente... "que aún habla en español", como dijo Rubén Darío, "la más alta cumbre lírica de América Latina".

Llenas de gozo viajamos a Costa Rica, en donde tendría lugar la reunión que daría forma a la federación (que eso sería lo que se pretendía formar) de familiares de esos 90 mil seres ayunos de derechos, cuyos destinos ignorábamos, pero que constituían el motor de una lucha continental que se impulsaba por el amor de quienes llorábamos sus ausencias, pero también porque conocíamos el derecho que nos asistía; porque con las leyes en las manos, enfrentábamos a los que, habiendo jurado, como máximas autoridades de los países, cumplir y hacer cumplir la Constitución, no sólo la habían violado, sino que instauraron el terrorismo de Estado... y todavía tuvieron el descaro de llamar terroristas a nuestros seres queridos, en su afán desvergonzado de verse impolutamente limpios.

Llegar a Costa Rica e iniciarse nuestro calvario fue todo uno. Pesaba la fuerza de un exilio recibido con bombo y platillo en México. Las fuerzas del régimen priísta hacían valer su poder en medios de comunicación diversos y no dudamos que quisieran intimidar a quienes habían sido "beneficiados" por la "buena voluntad del gobierno mexicano que les abrió sus puertas"...

Sentimos frío, un frío que lastimaba en aquellas reuniones preliminares a la formación del organismo plural que se pretendía hacer... pero entre aquel silencio helado que quedó tras la discusión de admitirnos o no, sentimos el calor del cariño de todas aquellas hermanas latinoamericanas que dijeron sí a nuestra inclusión y no puedo olvidar las palabras de Laura Bonaparte, de Argentina, que dijo a voz en cuello: "El dolor de las madres mexicanas es igual al nuestro y no cambio mi dignidad por un asilo político". El estruendo de los aplausos rubricó aquellas palabras, que inundaron de gozo nuestras almas, antes tristes y dolidas... ¡Nunca más fuimos desde entonces, en esta nuestra América, lo que habíamos sido antes: "El patito feo".